Cataratas del Iguazú

Cuenta la leyenda que un dios guaraní se había enamorado de Naipú, una bella muchacha que se bañaba en el río. Pero Naipú no lo correspondía y entregó su amor a un simple mortal con quien planeaba huir en una piragua. El dios enfermo de celos creó las Cataratas del Iguazú para evitar su fuga.

En el año 1541, el andaluz Alvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer europeo en ver esta maravilla que llamó "Saltos de Santa María".

Así las describía: "El río da un salto por unas peñas muy altas, y el agua da un golpe tan grande en la tierra que se oye desde muy lejos. La espuma del agua, como cae con tanta fuerza, sube seis metros y más".